champú sólidoQue si sale espuma, que si no sale, que si apelmaza, que si no, que si echo mucho, que si echo poco… El champú sólido ha llegado a nuestras vidas rodeado de dudas: vamos a resolverlas.

En Alonso de La Torre tenemos dos champús sólidos para cubrir todo tipo de cabellos:

Champú sólido para cabello normal o graso: un placer para el cuero cabelludo. Solo con esa frase ya podría describirlo, pero además puedo contarte que está formulado con arcilla blanca, árbol del té y un tensoactivo procedente del coco que permite cuidar nuestra piel además de nuestro pelo.

Huele a hierbabuena, que traducido a sensaciones sería: llevas todo el día pensando en llegar a casa, quitarte la coleta y lavarte el pelo, que ya lo notas sucio, la raíz pegajosa, el cuero cabelludo pidiendo respirar. ¡Al fin la ducha! Te dejas conquistar por una sensación de frescor cortesía de la hierbabuena y de ligereza cortesía del resto de ingredientes. Cantas tu mejor canción bajo el agua y los problemas del día resbalan hacia el desagüe como la espuma de tu champú, porque es fácilmente degradable.

Pueden utilizarlo cueros cabelludos sensibles, niños y niñas.

Dicen de él que «es buenísimo, el champú de referencia, no quiero otro».

Champú sólido para cabello seco o blanco: índigo, aceite de argán y aloe vera son los ingredientes elegidos para esta maravilla de champú especial para el pelo blanco o las melenas que piden hidratación a gritos. Por cierto, ¿sabes a qué color se le lama índigo?

Este champú está pensado para quienes necesitan revitalizar, fortalecer y rehidratar y además huele a lavanda. Te lo traduzco también a sensaciones: la melena no deja de hacerte cosquillas en la cara, cada pelo mira a un sitio, está indomable, necesitas nutrir y mimar ese pelazo. El día ha sido duro, pero la ducha se convierte en un campo de lavanda, tranquilo, relajante, delicado. Es el lavado de pelo que mereces.

Pueden utilizarlo cueros cabelludos sensibles, niños y niñas.

Dicen de él que «es el único champú sólido que me deja el pelo sin sensación de grasa, suelto, sin encrespamiento y con el rizo muy marcado, además de cuidar del color de las canas».

Y te estarás preguntando cuándo te explico cómo utilizarlo, porque cuidar del medioambiente sin generar plásticos es genial, ahorrar es aún mejor porque el champú sólido cunde mucho más que el líquido, pero no sabes por dónde empezar.

Lo más importante es saber que tu pelo lleva muchos años sometido a los efectos de otros productos y necesita tiempo, como todo en la naturaleza, para acostumbrarse. Dale dos o tres lavados de margen, deja que te sorprenda.

Cuando tu pelo esté mojado, humedece la pastilla, frótala sobre el cabello o en tus manos hasta obtener una especie de crema y masajea tu cuero cabelludo con ella. No utilices mucho producto, no tengas miedo de quedarte corto: si ocurriera, tiene fácil solución. Pronto le habrás cogido el truco y sabrás cuánto necesita tu cabello en concreto.

Todos nuestros champús están envueltos en papel vegetal apto para uso cosmético y resistente a la humedad, por lo que puedes dejar secar el champú en él. Déjalo secar tras cada uso, como si fuera un jabón de manos. También está disponible con lata y sin ella, dependiendo de lo viajera que sea la persona que no pueda vivir sin él.

Si crees que con el champú no es suficiente y que esa melenaza necesita un extra, puedes utilizar nuestro acondicionador sólido. Suena raro acondicionarse con una pastilla, lo sé, pero cuando lo pruebes no vas a querer otro. De nuevo usa muy poco producto, haz una crema con él en tus manos y aplícalo de medios a puntas. Déjalo actuar unos minutos y aclara con abundante agua. Adiós pelos locos, hola pelazo.

Y ahora viene la última parte, no por ello menos importante: lo que consumes deja una huella en el mundo y cuando eliges productos sólidos, contribuyes a cuidar del planeta en el que vives y en el que esperamos que muchas generaciones tras la nuestra vivan también. Eliges productos para el cabello, pero también eliges valores y en este caso escoges productos veganos, sin testar en animales y sin conservantes, sulfatos, parabenos o derivados del petróleo (esto quiere decir además que son aptos para el Método Curly).

Si aún te quedan dudas, recuerda que esto es un manual de instrucciones que responde a tus preguntas (sería genial que fueran así todos, ¿verdad?) así que contáctame por el medio que prefieras y estaré encantada de ayudarte a mejorar tu pelo y el mundo.